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Tablero de control para el Sistema Financiero, Estrategias para la Transición y el Riesgo Climático
En diciembre de 2023 la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) emprendió un proyecto para la construcción de un tablero de control, diseñado para los supervisores y las entidades financieras como un instrumento que proporcione herramientas para rastrear y comprender tres aspectos fundamentales relacionados con la transición y el riesgo climático:
- Evolución de los riesgos físicos y de transición que enfrenta la economía colombiana.
- Progreso de la transformación responsable y sostenible del sistema financiero colombiano, alineado con prácticas globales destacadas.
- Promoción de financiación e inversión centradas en temáticas específicas de los criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo (ASG).
Conclusiones Sesión 88 del Comité de Coordinación y Seguimiento del Sistema Financiero
Durante la sesión 88 del Comité de Coordinación y Seguimiento del Sistema Financiero, llevada a cabo entre el Ministro encargado, Diego Alejandro Guevara Castañeda, del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, el Gerente General del Banco de la República, el Superintendente Financiero encargado, Felipe Noval Acevedo, la Directora del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras – Fogafín, y la Directora de la Unidad de Proyección Normativa y Estudios de Regulación Financiera - URF, se analizaron las principales tendencias de los indicadores líderes del sistema financiero y las perspectivas para el año 2024.
Al corte de octubre de 2023, los establecimientos de crédito continúan mostrando indicadores prudenciales adecuados y superiores a los mínimos regulatorios que les permitirían absorber una eventual materialización de riesgos.
Luego de observarse una aceleración importante en la dinámica del crédito durante 2022 y acorde con el ciclo crediticio, en lo corrido de 2023 la labor de intermediación se ha ajustado ordenadamente. El crecimiento de la cartera en las diferentes modalidades ha mostrado una desaceleración, especialmente en la modalidad de consumo. Asimismo, se ha evidenciado la materialización del riesgo de crédito, particularmente en la modalidad de consumo y más recientemente en el microcrédito.
Después del análisis conjunto de los principales indicadores, el Comité concluyó que el sistema financiero mantiene unos indicadores prudenciales superiores a los mínimos regulatorios. Aun así, persisten algunos factores de riesgo asociados principalmente con el comportamiento de la calidad de los créditos de consumo, microcrédito y comercial, lo cual ha conducido a priorizar las actividades de supervisión y los ejercicios de seguimiento sobre la gestión que adelantan las entidades y su capacidad patrimonial para afrontar diferentes escenarios.
Principales indicadores revisados durante la sesión
Como se anticipó en sesiones anteriores, continúa evidenciándose una menor dinámica de la cartera total del sistema, explicada principalmente por el comportamiento de la financiación de consumo. El indicador de cartera vencida total a septiembre se situó en 5.49%. Por su parte, el nivel de cobertura de la cartera vencida a través de provisiones es superior al 100%.
Frente a la cartera de consumo, las cifras sugieren que el deterioro persiste acorde con el ciclo de crédito, lo que se ha visto reflejado en aumentos de la cartera en mora y en riesgo. Los hogares, por su parte, han reducido la carga financiera y sus niveles de endeudamiento, mientras que el ahorro se ha recuperado a valores cercanos a los observados previos a la pandemia.
En cuanto a los créditos destinados a las empresas, la información disponible muestra que se mantiene la moderación en el crecimiento de la cartera, mientras que los indicadores de calidad por mora y por riesgo registran leves deterioros, aunque se mantienen en niveles cercanos al promedio de los últimos 5 años. Por su parte, en el caso de la modalidad de microcrédito continúan reportándose crecimientos reales positivos, pero se ha observado una aceleración en la dinámica de la cartera vencida.
Consistente con el comportamiento de la cartera, la rentabilidad de los establecimientos de crédito se ha reducido desde finales de 2022. Esta disminución está explicada principalmente por el mayor gasto en provisiones y la caída en el margen neto de intereses, que coincide con el mayor deterioro de los portafolios de consumo, microcrédito y comercial, así como con algunas presiones en el costo de fondeo.
Los establecimientos de crédito continúan mostrando unos niveles de capital y liquidez que permitirían afrontar diferentes escenarios de mayor riesgo. Contar con una regulación y supervisión adecuados, junto con un comportamiento prudente de las entidades financieras, han permitido la conformación de niveles sólidos de solvencia y liquidez a través del tiempo. Las autoridades resaltaron la importancia de garantizar que las entidades mantengan dicha solidez ante la materialización de algunos riesgos.
Los miembros también discutieron la evolución en la implementación de las recomendaciones del Financial Sector Assessment Program (FSAP) del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyendo que ha habido avances en materia prudencial y de gestión de riesgos. Se destacan la expedición del Decreto 1533 de 2022, que señala las condiciones aplicables a las grandes exposiciones de los establecimientos de crédito, y de la Circular Externa 025 de 2022, que reglamentó la gestión del riesgo de tasa de interés del libro bancario.
Conclusiones
Los miembros del Comité concluyen que los indicadores líderes del sistema financiero en lo corrido de 2023, al corte de octubre, coinciden con las expectativas y análisis de riesgos realizados desde finales del año anterior. La regulación vigente y sus buenas prácticas, el marco de política macroprudencial existente y las medidas de supervisión adoptadas para promover el fortalecimiento de la gestión de los riesgos permiten a los establecimientos de crédito mitigar el impacto del deterioro de la cartera que se ha observado a lo largo del año y de los riesgos previsibles para el año 2024.
Consulte el Reporte de Estabilidad Financiera haciendo clic aquí.
Comité de Coordinación y Seguimiento del Sistema Financiero presentó conclusiones
Durante la sesión 83 del Comité de Coordinación y Seguimiento del Sistema Financiero, llevada a cabo entre el Ministro de Hacienda y Crédito Público, el Gerente General del Banco de la República, el Superintendente Financiero y la Directora encargada del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras – Fogafín, junto con el Director delegado de la Unidad de Regulación Financiera - URF, se analizaron las principales tendencias de los indicadores líderes del sistema financiero y las perspectivas para lo que resta de 2022.
Un sistema financiero que gestiona los riesgos de coyuntura y permanece estable
Los miembros de Comité señalaron que el análisis conjunto de las condiciones macroeconómicas y de las principales tendencias en materia de situación financiera de los hogares, crédito, liquidez y fondeo muestra que, si bien la concurrencia de factores de riesgo ha motivado un monitoreo constante de las señales de alerta sobre el sistema financiero, se evidencia una gestión activa y preventiva por parte de las autoridades y de las entidades que ha permitido preservar la estabilidad, al tiempo que permanece la oferta de recursos de crédito a la economía colombiana.
Lo anterior es consistente con unos indicadores prudenciales en niveles adecuados. De hecho, las cifras con corte a julio de 2022 muestran que los indicadores de solvencia y liquidez permanecen holgados frente a sus mínimos regulatorios[1][1] en niveles de 17,57% y de 180,8%[2][2], respectivamente, un crecimiento real de la cartera positivo y sostenido de 5,71% con un indicador de calidad por mora moderado de 3,68%.
Análisis de Riesgos y señales de alerta
Aun cuando la cartera de consumo ha venido mostrando señales de moderación en su tasa crecimiento frente a su tendencia de largo plazo, el incremento de las normalizaciones, el mayor uso de los cupos de tarjeta de crédito y el desempeño de la calidad de cartera de productos como tarjeta de crédito y libre inversión son factores que requieren que se mantenga el monitoreo al crecimiento real de este portafolio.
El comportamiento del balance financiero de los hogares debe seguir siendo monitoreado, en la medida en la que factores como el incremento sostenido del consumo y el apalancamiento, en un entorno de presiones inflacionarias y aumento en las tasas de interés, puede generar presiones sobre la carga financiera de estos agentes.
En materia de liquidez, el aumento promedio en el costo de fondeo a plazo responde a diversos factores como el incremento en la tasa de política monetaria, a las expectativas en torno a la tasa de política monetaria futura, al comportamiento de los depositantes y no existe clara evidencia de que sea una consecuencia derivada del cumplimiento de requerimientos regulatorios como el Coeficiente de Fondeo Estable Neto (CFEN).
Conclusiones
Los miembros del Comité concluyen que la banca mantiene un comportamiento adecuado, que se ha traducido en un fortalecimiento y capacidad patrimonial que les permite seguir desempeñando la actividad de intermediación en el mediano y largo plazo.
No obstante, dadas las señales identificadas en el comportamiento del balance y la carga financiera de los hogares, las autoridades de la red consideran prudente mantener un monitoreo cercano a las tendencias de crecimiento y calidad de la cartera de consumo y al endeudamiento de los hogares, con el fin de prevenir la materialización de riesgos en materia crediticia, y en caso de ser necesario, adoptar medidas oportunas de manera articulada.
Para finalizar, los miembros del comité confirman su compromiso de trabajar de manera articulada en la hoja de ruta definida por las recomendaciones realizadas en 2021 por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en el marco del FSAP (Financial Sector Assessment Program)
Consulte en mayor detalle de las principales tendencias del sistema financiero en los siguientes reportes:
Superfinanciera incorpora en sistema financiero riesgos y oportunidades de asuntos ambientales
La Superintendencia Financiera de Colombia presentó su estrategia de finanzas verdes y cambio climático “Hacia el enverdecimiento del sistema financiero colombiano”, una hoja de ruta que brinda transparencia sobre las acciones que realizará el supervisor durante los próximos años.
El documento, elaborado con base en lo definido por la Entidad en 2019, constituye una herramienta que busca asegurar una implementación organizada y progresiva de las diferentes acciones previstas con el fin de, no sólo promover el financiamiento verde, sino de incorporar en el ADN del sistema financiero los riesgos y oportunidades del cambio climático como un imperativo estratégico.
Así, además de facilitar la movilización de capital hacia los objetivos de crecimiento sostenible y facilitar la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono, la estrategia presentada por la SFC busca mejorar la capacidad del sistema financiero para identificar, medir y gestionar los riesgos socioambientales y climáticos.
“Hemos dado ya los primeros pasos hacia el enverdecimiento del sistema y con la definición de este plan de acción seguimos siendo un referente en la materia. En 2018 fuimos el primer supervisor de la región en realizar una encuesta a las entidades financieras vigiladas para identificar las estrategias y políticas adoptadas frente a las oportunidades y riesgos ambientales. En 2021 fuimos pioneros en medir el impacto del cambio climático en la estabilidad financiera y, en 2022, nos convertimos en el primer país de América en desarrollar una Taxonomía Verde”, destacó el Superintendente Financiero, Jorge Castaño Gutiérrez.
La estrategia de finanzas verdes y cambio climático de la SFC “Hacia el enverdecimiento del sistema financiero colombiano” está desarrollada en cinco dimensiones: taxonomía verde; innovación financiera; data, métricas e información; incorporación de los asuntos ASG y herramientas de medición y supervisión de riesgos climáticos y de la naturaleza, cada una de las cuales contiene su hoja de ruta específica.
Adicionalmente, incluye capítulos específicos con las acciones previstas por el supervisor para el sector asegurador y los establecimientos de crédito para los próximos años. Progresivamente, la SFC definirá hojas de ruta particulares para otras industrias, de acuerdo con la evolución del mercado y las necesidades emergentes del ecosistema de finanzas verdes con el fin de nivelar la gestión de estos.
En el caso particular de los establecimientos de crédito se busca fomentar la innovación en productos e instrumentos de financiación y fondeo que faciliten la movilización de recursos para la transformación de la economía y propiciar la incorporación de los asuntos ambientales y climáticos en sus decisiones de negocio.
Con respecto a la industria aseguradora, el objetivo de la estrategia verde de la SFC es fortalecer y potenciar su rol en el desarrollo resiliente y de adaptación frente al cambio climático con miras a mantener dichos riesgos en niveles tolerables para las entidades, los consumidores financieros y el país, promoviendo la sostenibilidad del modelo de aseguramiento frente a estos riesgos.
Al igual que con los establecimientos de crédito, las acciones focalizadas en las entidades aseguradoras están encaminadas al desarrollo innovador en la oferta de productos que ofrezcan soluciones de transferencia de riesgo que atiendan las necesidades emergentes de la población y las economías frente a los riesgos relacionados con asuntos ambientales.
El sector financiero, parte de la solución
Organismos internacionales han hecho diversas estimaciones sobre los recursos económicos que deberán destinarse para cumplir los acuerdos globales firmados frente a la lucha contra el cambio climático en los próximos años y varían entre US$3 y US$5 billones anuales.
En el caso de Colombia, el Departamento Nacional de Planeación -DNP- estimó que para lograr una reducción del 20% de los gases de efecto invernadero al año 2030, nuestro compromiso anterior frente al acuerdo de Paris, se necesitarán 3,1 billones de pesos anuales.
En ese contexto, el sector financiero y el mercado de capitales desempeñan un papel fundamental en la asignación de recursos para cumplir con los compromisos de financiamiento climático y de la biodiversidad.
“Como sector vemos esta gran oportunidad que tiene el sistema financiero para contribuir a esa transición, financiando proyectos y actividades verdes que permitan tener una economía inclusiva, sostenible, biodiversa, baja en carbono y resiliente”, puntualizó el Superintendente Financiero.